Como ya se dijo, es una de las mayores playas de la zona. Con forma de media luna, se extiende entre los acantilados al sur y la duna petrificada al norte sobre la que se encuentra un castillo (San Ramón) que se merece una visita, aunque sólo sea por las vistas de las sorprendentes formaciones rocosas.
Es una playa fantástica, con fina arena dorada, no demasiado expuesta al viento, y con un agua extraordinariamente transparente. Bueno, todo esto vale para cualquiera de las playas de Cabo de Gata.
A la izquierda, bajo el camino al castillo se encuentra una pequeña cala separada de El Playazo tan solo por un saliente rocoso. Sólo tiene unos 50 m de largo y unos 15 de ancho y está rodeada por acantilados, lo que te permite sentirte alejado de todo, a pocos pasos del aparcamiento y el bullicio de la playa principal. Sin duda ésta sería una de mis playas preferidas, pero mi experiencia en una cala desierta (puede verse en las fotos de arriba) es de finales de septiembre. He visto otras fotos tomadas en agosto, y está abarrotada de gente.