Hay 3 tipos de bungalows, para 2, 4 o 6 personas. Todos tienen cocina y una gran terraza. Algunos han sido transformados en villas de lujo con piscina privada, mientras que otros sólo tienen las comodidades básicas. Los precios también son diferentes, claro. Una compañía alquila los bungalows cuando no los usan sus propietarios. No sé cuál el periodo mínimo por el que se pueden reservar, pero es menos de una semana (yo sólo estuve allí 3 o 4 noches en 2011).
La recepción está en la pequeña zona común en el medio de la urbanización, junto a un restaurante, un supermercado muy pequeño (y bastante caro), y algunos otros negocios, incluyendo un centro de masaje y terapia. Si se tiene un coche, el pueblo de Caleta de Famara está muy cerca (unos 2 km). Hay sitio de sobra para aparcar en las calles.
Los bungalows de la parte baja están al lado de la playa (algunos demasiado cerca para mi gusto). Lo peor de ellos es que con el viento la arena se acumula en las calles y los jardines. Esto no es un problema para los de la zona alta, pero por el contrario hay un largo camino hacia la playa, sobre a la vuelta cuesta arriba.
Su ubicación ofrece unas atardeceres extraordinarios, con el sol poniéndose detrás de los volcanes. Lejos de cualquier ciudad, es el lugar perfecto para disfrutar de un cielo estrellado. El único inconveniente puede ser el viento incesante.

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