Una playa de piedras, algo incómoda para tomar el sol, pero perfecta si buscas un sitio tranquilo al lado del pueblo de Valle Gran Rey. Muy, muy poca gente. El único sonido es el de las piedras cuando rompen las olas.

Visitada por última vez: noviembre 2012

Al este de Valle Gran Rey, hay que dejar el coche junto al puerto o la playa de Vueltas. Desde ahí sale un camino de unos 500 m que llega hasta una plantación y un pequeño hotel (se podría seguir en coche, pero no merece la pena). La playa está ahí.

Pequeña, con mucha pendiente hacia el mar y de piedras. Muy guapa, pero muy incómoda. Cuesta encontrar una zona más o menos llana en la que tender la toalla. 

Y si tumbarse es difícil, dar un paseo lo es todavía más. Y bañarse, casi imposible: donde rompen las olas, las piedras acaban aplastándote los pies.

Si vas calzado, sí que se puede recorrer la playa hasta el final, de donde parte un sendero bastante complicado que lleva hasta la playa vecina de La Arena. La última parte no se puede hacer con marea alta, por lo que tienes que estar atento para la vuelta (es la única salida).

No hay. El hotel, donde no sé siquiera si se puede tomar algo, y nada más.

Plenamente aceptado en toda la playa. Un día puede haber mayoría de nudistas, otro de textiles, pero siempre muy poca gente. El hotel también parece que ve bien el nudismo (incluso tiene una terraza algo más elevada donde los huéspedes lo practican), y aunque llega hasta el borde mismo de la playa, puedes estar desnudo justo delante de él. Tampoco necesitas ponerte nada en el camino hacia la otra playa.